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Ventas: Tener la meta presente...¡hace magia!:

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¿Qué pasó?

Había un comercio que estaba bien pero el dueño era muy ambicioso y quería vender más; ahi fue donde empezamos.

¿Qué hicimos?

Primero nos dimos cuenta que el dueño estaba tan metido en la operación que realmente no estaba haciendo nada para impulsar el negocio.

Al negocio le iba bien porque el dueño estaba bien metido y se aseguraba que se atendiera bien al cliente, que el lugar estuviera limpio, que hubiera suficiente producto, etc...

Pero dificilmente iba a crecer más de eso

Y el dueño, aunque muy dedicado y capaz, se perdía en el día a día, y ahi fue donde le empezamos a meter ciertos reportes (diarios y mensuales), para que empezara a tener más presente cómo iba su negocio en el año, cómo iban sus ventas, si iba creciendo o no, cuánta utilidad le estaba quedando, etc...

Y conforme fuimos platicando en nuestras sesiones, nos asegurábamos de siempre tocar la parte financiera del negocio, para que el dueño tuviera esa información y la meta de utilidades más presente.

¿Qué fue lo que pasó?

El negocio empezó a crecer.

Pareciera que fue por arte de magia, pero simple y sencillamente fue porque el dueño ahora tenía más presente y/o consciente las utilidades; tenía más presente cuánto dinero iba a ganar al final del mes.

Cada vez que platicábamos le recordabamos para qué estaba haciendo todo lo que estaba haciendo, que era generar utilidades.

Y empezó a manejar su negocio diferente.

Y consciente o inconscientemente, en el día a día empezó a hacer actividades más alineadas a ganar más: veía cómo vender más, impulsaba más la venta con los clientes que iban al lugar, mejoró todavía más la atención al cliente, trataba de ofrecer paquetes atractivos, etc....

Fue una multitud de micro-actividades que sumadas y acumuladas día con día, durante meses, el negocio se empezó a ir para arriba.

¿Y con más recursos? Ahora sí empezó a desplegar más fuertemente su dinero reinvirtiéndolo en el negocio (ampliándolo, renovándolo, surtiéndolo más fuerte, etc...) y el negocio se fue a los cielos.

Todo por empezar y mantener una buena práctica de tener los números más presente.